Al ser transmisiones irreversibles, los martinetes mecánicos dispersan una gran cantidad de la potencia de entrada transformándose en calor. En los modelos TPR se puede controlar la temperatura en la tuerca (CTC) por medio de una sonda térmica. El rango de medición está entre -40 ° C y 90 ° C, aunque se debe considerar 80 ° C como el valor límite donde es necesario apagar la transmisión y esperar a que se vuelva a la temperatura ambiente.
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